Con la presente edición inauguramos la revista Rumbo.
Rumbo busca ser un espacio para la difusión y el debate de ideas desde las izquierdas y los progresismos, animado por el propósito de contribuir a la profundización de la democracia y la transformación social. En un contexto marcado por múltiples crisis y desafíos (de la crisis climática y económica, a la crisis de los cuidados y el crecimiento de la ultraderecha) las izquierdas a nivel global se enfrentan hoy a una tarea sustantiva: proponer estrategias y políticas innovadoras a la altura de los desafíos del presente, movilizando para ello a su vez una apropiación creativa de su propia tradición, de la herencia de reflexiones que dejaron las experiencias del siglo XX y los aprendizajes de las primeras décadas del siglo XXI.
Frente a estos retos, Revista Rumbo pretende contribuir con un espacio de intercambio y discusión político-intelectual en un amplio sentido: cultivar un espacio público-cultural que permita proponer preguntas, sentidos y posibles alternativas ante los problemas más urgentes que hoy enfrentan las democracias. Un espacio, además, que permita observar la coyuntura y sus tareas más inmediatas desde el horizonte más amplio que representan los debates ideológicos y problemas estratégicos con que actualmente se enfrentan las izquierdas s.
Con esta motivación, este primer número está dedicado a “La izquierda y sus mapas”. Ciertamente, con ello no se pretende ofrecer respuestas definitivas a los problemas que hoy enfrentan las izquierdas, sino abrir la posibilidad de plantear quizás de otra manera las preguntas y los sentidos con que abordamos el momento actual. Ampliar los códigos, lugares, reflexiones y conceptos con que se examina el escenario de interrogantes, tensiones e incertidumbre que hoy parecen atravesar nuestras sociedades y los actores políticos.
En Chile, durante el último tiempo este escenario parece sobre todo girar en torno a la pregunta por el momento en que se encuentra el ciclo de movilización y politización manifiesto en las masivas protestas de 2019. ¿Se ha cerrado, finalmente, aquel ciclo cuyo punto más álgido de expresión fue el “estallido social”? ¿En qué medida lo que hemos vivido desde entonces (en especial, los fallidos procesos constituyentes y la llegada al gobierno del Frente Amplio) ha sido parte de la búsqueda de soluciones u otra expresión del problema e incertidumbre a la cual nos enfrentamos? ¿En qué momento político nos encontramos ahora? ¿En un retorno a una vieja conocida normalidad, en una fase de inestabilidad o paréntesis, o en la lenta construcción de un nuevo (pero aún desconocido en sus contornos) orden político-social?
En los debates públicos más recientes, principalmente dos interpretaciones parecen instalarse como respuesta. Por un lado, quienes —principalmente desde el mundo conservador— ven en el “estallido social” nada más que la expresión de una violencia sin sentido, avivada además de manera instrumental por los actores políticos que impulsaron la agenda de cambio constitucional. Por otro, quienes creen que el momento político abierto por las movilizaciones del año 2019 condujo —de manera más o menos inevitable— a su propio fracaso como consecuencia de la irrupción de nuevos actores políticos y sociales. En ambos casos, por tanto, se trataría de volver al tipo de orden y el escenario de actores previamente conocido.
No obstante sus diferencias, ambas posiciones parecen también compartir otros puntos en común. El debate sobre el malestar en Chile ante la desigualdad social (largamente documentado por las ciencias sociales, al menos desde fines de la década de los noventa), pareciera simplemente nunca haber existido. Por lo mismo, toda la carga de la crisis se dirige hacia el sistema político en sí mismo, a su capacidad de volver a funcionar sobre una sociedad que se asume como intacta. Paradójicamente, tales diagnósticos parecen así replicar el problema de la separación entre política y sociedad.
Con el objetivo de abrir preguntas y posibilidades en este escenario, el presente número de la revista Rumbo está dedicado a “La izquierda y sus mapas”.
La primera sección (“Actualidad”) se abre con un artículo de Domingo Lovera Parmo, ex integrante de la Comisión Experta del Proceso Constitucional de 2023. En ¿Un laboratorio constitucional?, Lovera explora el punto de vista de que, aun cuando ambos procesos no lograron generar una nueva Constitución, algunos cambios recientes han abierto el campo político a la posibilidad de una redefinición constitucional cuyo logro dependerá ahora de la política ordinaria.
Enseguida, Catalina Matus y Camilo Burich, en Hacia un nuevo pacto fiscal, proponen la necesidad de una reforma tributaria en Chile que apunte a mayores niveles de progresividad, costo-eficiencia y transparencia. Destacan, a su vez, que el diseño de tal política tributaria ha de incluir incentivos importantes a la productividad, investigación, innovación e inversión, cuestionando su falta de compatibilidad con los objetivos del crecimiento económico.
Se cierra esta sección con Malestar, violencia y lazo social, a cargo de Álvaro Jiménez Molina. ¿Por qué hoy —se pregunta Jiménez— diversos problemas sociales se interpretan como expresiones de violencia en lugar de ser considerados como problemas de desigualdad o injusticia social? A partir de esto, Jiménez explora distintas respuestas que hoy se ofrecen a la relación entre malestar y violencia en el debate intelectual y político.
La segunda sección (“Debates”) está dedicada a discusiones que buscan ampliar la mirada hacia el horizonte estratégico e ideológico de las izquierdas. En primer lugar, José Miguel Ahumada, en La libertad y el socialismo, argumenta acerca de la importancia de la disputa ideológica para la izquierda, también como base para la generación de políticas públicas radicales. Desde ahí destaca la necesidad de volver traer al centro de atención el problema del socialismo, entendido como un horizonte comprometido con el desafío de una comunidad política donde cada miembro se compromete a colaborar para que nadie viva bajo la dependencia arbitraria de otro.
A continuación, Valentina Olivares explora las manifestaciones de la incertidumbre en la actual crisis de los imaginarios políticos y en las maneras cotidianas de vivir en Chile. En Incertidumbre, catástrofe e imaginación, explora desde distintos ángulos su presencia en los sentidos contemporáneos sobre la política y la sociedad. Con ello ensaya, a su vez, reflexiones acerca de los desafíos de imaginación política que se plantean en este contexto para las izquierdas.
El último artículo de esta sección aborda el debate sobre la denominada “política identitaria”, en el cual sobre todo las nuevas izquierdas han sido interpeladas bajo la acusación de confundir su horizonte de emancipación con reclamos meramente identitarios. En La crítica de la política identitaria: más allá de falsas dicotomías, Camilo Sembler resalta la importancia de evitar apresuradas distinciones en este debate, en especial aquellas que sugieren rígidas y problemáticas separaciones entre las cuestiones de la redistribución y el reconocimiento, o entre universalismo y particularismo.
El número se cierra con una entrevista a Nicole Darat, filósofa feminista chilena, a propósito de algunas de las tesis que trabaja en su libro “Contraciudadanía y democracia feminista” publicado en 2023. Se abordan así temas tales como la importancia de las prácticas de impugnación para la expansión de la democracia, el significado del feminismo en las agendas de la izquierda o la importancia de la disputa por la libertad frente a las nuevas derechas.Con este primer número de Revista Rumbo esperamos, en definitiva, contribuir a pensar y expandir los mapas con que la izquierda navega en los desafíos del presente.